jueves, 11 de junio de 2015

Cómic.

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El lado oscuro del Universo











El lado oscuro del Universo








Román Torres Hernández
AS152687181
Universidad Abierta y a Distancia de México
Curso Propedéutico para el Aprendizaje Autogestivo en un Ambiente Virtual
Eje 4. Lectura y elaboración de textos académicos.
Actividad 1. Lectura y escritura exploratoria.
11 Jun. 2015



Introducción
El Universo es todo, sin excepciones. Nuestro mundo, la Tierra, es minúsculo en comparación con el Universo.
El hombre siempre ha tenido la necesidad de explorar el lugar en donde vive, por esto ha estado atento a los cambios que se presentan a su alrededor y se ha interesado por conocer el comportamiento y la naturaleza de las cosas que están en interacción con él diariamente, consecuentemente, esto lo lleva a preguntarse acerca de su origen y su fin; siendo esta pregunta imaginable desde la física a la luz del origen del universo.
Con el correr de los siglos el hombre se ha desarrollado, y en este sentido también han evolucionado sus preguntas sobre sí mismo y lo que lo rodea, volviendo sus respuestas más profundas y especificas, y de nuevo la pregunta acerca del origen del universo adquiere un papel importante en el momento de identificar su posición en él, y se han hecho grandes esfuerzos por entender cómo se comporta. Las diversas respuestas para la pregunta de cómo se creó el universo han dado paso a la adopción de paradigmas, ya sea por respuestas del tipo teológicas o con algún componente científico en las consideraciones o en los postulados, que de todas maneras no dejan de ser especulativos en alguna media, grandes dependientes de la imaginación. Por lo general el grueso de las personas de nuestro tiempo responden a la pregunta acerca del origen del universo con dos palabras: Big Bang, es la teoría más popular, y que mas satisfecha ha dejado a la humanidad hasta ahora, y ha creado una caja negra en donde la no consideración de un principio repentino y circunstancial del universo no es tomada en cuenta por mucho tiempo, ni en serio.


Los Mayas y el Universo
Los mayas creen que el universo es plano y cuadrado, y está rodeado por el cuerpo de una gran serpiente. Las cuatro esquinas y el centro son los cinco puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. El este, lugar por donde sale el sol, es el punto más sagrado. Encima de la tierra hay trece niveles de cielo, y debajo de la tierra hay nueve niveles de infierno, cada uno con sus dioses. En el centro de la tierra está Yaxche, el Árbol de la Vida. Después de la muerte, todas las almas hacen un peligroso viaje a través del infierno para subir por las ramas de Yaxche hasta el cielo. Los mayas construyen sus templos como reflejo de la forma de la tierra y en armonía con el ciclo temporal de su universo.

Ley de Hubble
Sin embargo, Edwin Powell Hubble (1889-1956) Astrónomo estadounidense, descubrió que todas las galaxias se alejan de nosotros, pero cuanto más lejos están, más rápidamente lo hacen. Es la llamada ley de hubble. Es una consecuencia lógica de la expansión del universo. Y aunque todas las galaxias se alejen de nosotros, no significa que estamos en el centro del universo.
Lo único que necesitan los astrónomos para saber a qué distancia se encuentra una galaxia es localizar en ella algún objeto cuya luminosidad intrínseca se conozca: un objeto que sirva como patrón de luminosidad.
Usando el primer patrón de luminosidad que sirvió para medir distancias intergalácticas —las estrellas de brillo variable conocidas como cefeidas— Hubble calculó en 1929 las distancias de alrededor de 90 “nebulosas espirales”, como se llamaba en esa época a lo que hoy conocemos como galaxias.
El descubrimiento de Hubble condujo al poco tiempo a la teoría del Big Bang del origen del Universo.
El modelo del Big Bang se fue ajustando con los años. Por ejemplo, a principios de los años 80, los cosmólogos (empezando por el físico Alan Guth) añadieron al modelo el concepto de inflación para explicar los resultados de ciertas observaciones. Según la hipótesis inflacionaria, en la primera fracción de segundo una fuerza de repulsión muy intensa hizo que el embrión de Universo pasara de un tamaño menor que el de un átomo al de una toronja en un tiempo brevísimo. Este modelo inflacionario resolvía tan bien las dificultades de la teoría original del Big Bang que no tardó en convertirse en el favorito de los cosmólogos.
Una de las predicciones más importantes del modelo inflacionario atañe a la geometría del espacio. Si el espacio es plano (¡cuidado!: no quiere decir que sea de dos dimensiones, sino sólo que satisface los postulados de la geometría euclidiana, llamada también geometría plana), los ángulos de un triángulo trazado entre cualesquiera tres puntos sumarán 180 grados.
Esto es lo que todo el mundo hubiera esperado antes de 1916, cuando Albert Einstein publicó la teoría general de la relatividad, que es la que usan los cosmólogos para describir la forma global del Universo. Esta teoría permite otras dos posibilidades insólitas: si el espacio tiene curvatura positiva, como una esfera, los ángulos de un triángulo suman más de 180 grados, si tiene curvatura negativa, como una silla de montar, menos. Todo depende de qué tan fuerte jale la fuerza de gravedad total del Universo, o en otras palabras, de cuánta materia y energía contenga éste en total:
1. poca materia y energía = curvatura negativa
2. ni mucha ni poca = geometría plana
3. mucha = curvatura positiva

El lado oscuro
La cosa tiene implicaciones, por ejemplo, en la edad del Universo. Ésta se calculaba suponiendo que la gravedad frenaba la expansión. Si en vez de frenarse, se acelera, el cálculo cambia y el Universo resulta más antiguo.
Pero la implicación más tremenda del Universo acelerado tiene que ver con el asunto de la gravedad. Ésta es una fuerza de atracción y, en efecto, tiende a frenar la expansión del Universo. Entonces, según la Ley de Hubble ¿quién demonios la está acelerando?
En las ciencias, como en la vida, las cosas tienen muchas facetas. El efecto de aceleración del Universo nos pone ante un problema —el de buscar al responsable— pero al mismo tiempo resuelve otro. Porque el efecto de aceleración cósmica requiere energía en cantidades… cósmicas, de modo que hay más energía en el Universo de la que habíamos visto hasta hoy. Entonces podemos reconciliar por fin el modelo inflacionario con las observaciones. Aunque no sepamos qué es, esta nueva energía oscura (como la han llamado los cosmólogos, pero no porque sea maligna, sino porque no se ve) añadida a los recuentos anteriores de materia y energía, completa la cantidad necesaria para que el Universo sea de geometría plana, como exige el modelo inflacionario.
Antes de 1929 todo el mundo creía que el Universo era estático. Cuando la teoría general de la relatividad mostró que no podía ser así, Einstein añadió a sus ecuaciones un término que representaba una especie de fuerza de repulsión gravitacional y que tenía el efecto de mantener quieto al Universo. Le llamó constante cosmológica. Cuando Hubble descubrió la expansión del Universo, Einstein retiró la constante cosmológica con cierto alivio. Pero su extraña creación reapareció, por ejemplo, en el modelo inflacionario del Big Bang, y ahora podría ser el origen de la fuerza de repulsión que le está ganando la partida a la atracción gravitacional.
La constante cosmológica es una propiedad intrínseca del espacio, es decir, el espacio simplemente es así y se acabó.
Con el descubrimiento de la expansión acelerada y la energía oscura las cosas han cambiado. Si bien aún no se puede decidir si la energía oscura es constante cosmológica o quintaesencia, está claro, en todo caso, que la posibilidad del Gran Apachurrón queda excluida. El Universo seguirá expandiéndose para siempre hasta que desde la Tierra no veamos ya otras galaxias por haber aumentado tanto las distancias que su luz ya no nos alcance.
Pero nuestra propia galaxia seguirá acompañándonos, por así decirlo. Las estrellas que la componen seguirán unidas por la fuerza gravitacional, como también seguirán unidos los planetas a sus estrellas. De modo que, pese a todo, las cosas en la Tierra seguirán su curso normal. Pequeño detalle: al Sol se le acabará el combustible en 5 000 millones de años, de modo que, más allá de ese tiempo, no se puede decir que las cosas en la Tierra sigan su curso normal, pero pasemos por alto esta minucia.

Si la energía oscura resulta ser de tipo energía fantasma, el final del Universo será muy distinto a lo que nos habíamos imaginado. Según el físico Robert Caldwell y sus colaboradores, llegará un día, dentro de unos 22 mil millones de años, en que la aceleración de la expansión del Universo empezará a notarse a escalas cada vez más pequeñas para producir un final que se llama Big Rip (el “Gran Desgarrón”). Mil millones de años antes del Big Rip, la energía fantasma superará a la atracción gravitacional que une a unas galaxias con otras y se desmembrarán los cúmulos de galaxias. Sesenta millones de años antes del fin, se desgarran las galaxias. Tres meses antes del Big Rip, el efecto alcanza la escala de los sistemas planetarios: los planetas se desprenden de sus estrellas. Faltando 30 minutos para el postrer momento, los planetas se desintegran. En la última fracción de segundo del Universo los átomos se desgarran. Luego, nada.


Conclusión
Es necesario buscar buenas definiciones y concepciones de lo que está cerca a nosotros si queremos responder efectivamente nuestras preguntas, la veracidad de esas respuestas se verá reflejada en la claridad de las hipótesis planteadas y en su demostración. El Big Bang es un ejemplo muy importante de ello, la dificultad de dar una respuesta a la pregunta del origen del universo ha hecho que se confíe en teorías de las cuales se tiene un apoyo experimental, pero que no es contundente, así pues se espera que la teoría se adapte a nuevos conceptos, en este caso la materia oscura, y también que sea concreta para que no se siga divagando en una pregunta tan vital para nuestra identificación con el mundo.

Referencias
  • 2009 University of Cambridge

Reflexión
He elegido el tema del Universo, ya que es uno de los mayores intereses de la sociedad, saber más de lo desconocido, nuestro futuro.

Para empezar a escribir, he partido primeramente de mi interés por el conocimiento del cosmos, luego de los leer algunos artículos publicados por diferentes fuentes.